Afrontar la Navidad y no morir en el intento
Querid@s amig@s, se acercan fechas muy especiales, comidas y/o cenas navideñas, reuniones familiares y, sobre todo, mucho esfuerzo, mucho trabajo si la cena de Nochebuena se celebra en nuestra casa, muchas dudas a la hora de diseñar un menú que guste a todos. Esto último implica que, muchas veces, tengamos trabajo extra para adecuarnos a los gustos o necesidades de todos.
Con todo lo expuesto, no es extraño que sea una de las épocas más estresantes del año a la que nos acercamos con ilusión pero también con inquietud e incluso con inseguridad. Si analizamos lo que pensamos a medida que el evento se aproxima, nos damos cuenta de que son variados los temas que nos inquietan, por ejemplo
- Expectativas de que todo salga bien.
- Obligaciones.
- Presiones consumistas que recibimos del entorno.
- Exceso de comidas y celebraciones.
- Disputas familiares.
- Pérdida de seres queridos.
- Sentimientos de soledad.
- Balance del año y nuevos propósitos.
Y, qué puedo hacer yo? Pues, ante todo, saber que: ”según pienso, así me siento”, por tanto, hagamos un esfuerzo por eliminar preocupaciones inútiles. Además, preparar una estrategia para aplicar llegado el momento crítico: saber decir “no”, pedir colaboración, preparar temas de conversación y evitar temas candentes, sentarme en la mesa con quien pueda estar tranquil@, preparar juegos para compartir con los niños.
Debemos aprender a relativizar puesto que la cena de Nochebuena sólo se celebra una vez al año, no nos estamos jugando la vida en ello y lo más importante es conservar nuestra salud emocional. Si llevamos a la práctica nuestras estrategias previamente diseñadas, veremos que la velada fluye y transcurre sin mayores problemas.
Os deseo unas Felices Fiestas y, ante todo, ¡Mucho ánimo y buena disposición!